Compatibilidad de los signos del zodiaco
Cuando vamos a iniciar una relación amorosa, es muy importante saber si la persona que ha llegado a nuestra vida ha nacido bajo un signo compatible con el nuestro. Una vez que la atracción inicial comienza a ceder paso a la cotidianeidad, las diferencias no tardan en hacerse notar y es ahí cuando sentimos que tendríamos que haberlo sabido antes.
Por supuesto que no se trata de descartar a alguien porque nuestros signos no son compatibles. En cambio, debemos esforzarnos el doble para que la relación funcione y podamos sentirnos felices y brindarle a la otra persona lo que busca en el amor.
Compatibilidad de signos ¿cuál es tu pareja ideal?
La pareja ideal es aquella que te puede garantizar una persona capaz de complementarte en los aspectos en los que eres débil, así como también aquella capaz de recibir tus enseñanzas con humildad y agradecimiento. Los signos que se llevan bien entre sí son:
Aries – Géminis – Leo – Libra – Sagitario – Acuario - Tauro – Cáncer – Virgo – Escorpio – Capricornio - Piscis
Compatibilidad amorosa de los signos zodiacales
Pulsa sobre el signo astrológico de tu interés y lee todo con atención:
• Compatibilidad amorosa de Aries
• Compatibilidad amorosa de Tauro
• Compatibilidad amorosa de Géminis
• Compatibilidad amorosa de Cáncer
• Compatibilidad amorosa de Leo
• Compatibilidad amorosa de Virgo
• Compatibilidad amorosa de Libra
• Compatibilidad amorosa de Escorpio
• Compatibilidad amorosa de Sagitario
• Compatibilidad amorosa de Capricornio
• Compatibilidad amorosa de Acuario
• Compatibilidad amorosa de Piscis
Los signos más compatibles con cada signo del zodiacal
En la rueda zodiacal, existe un signo que es especial para nosotros. No es el único, pero es el que mejor entenderá nuestras necesidades y el que mejor sabrá transmitir lo que espera de nosotros. ¿Somos compatibles con todos los signos? ¡Claro que no! Pero con la ayuda de la Astrología podremos amoldarnos para ser la pareja que determinado signo necesita. ¿Quieres conocer a tu pareja ideal?
Aries – Géminis: se impulsan a crecer y no se guían por las limitaciones que la sociedad intenta imponer. Hacen sus propias normas para amarse y están más allá de los celos y del control por parte de su pareja que tanto mal les hace.
Tauro – Cáncer: mientras que el toro pone el sentido común y el realismo, el cangrejo aporta la sensibilidad que todas las relaciones personales deben tener. En esta pareja reina la armonía y el respeto. Tienen intereses en común y ambos son muy precavidos en sus finanzas.
Leo – Libra: la fuerza de Leo nada es sin el impulso de Libra. El hijo de la balanza abre la perspectiva del león y le hace ver todas sus opciones. Desde el anonimato de su bajo perfil, Libra es quien impulsa al león a dar lo mejor de sí.
Virgo – Piscis: como el yin y el yang, estos signos forman una sinergia increíble. Opuestos como el día y la noche, llegan a desarrollar una compatibilidad que los convierte en personas que son imprescindibles la una para la otra. Los sueños de Piscis encuentran la forma de hacerse realidad gracias a la practicidad de Virgo.
Escorpio – Capricornio: el escorpión es el sustento espiritual para una cabra que solo cree en lo que puede ver. Es así que su pareja le enseñará a ver más allá de lo que los ojos nos permiten, así como a sentir y a oír los llamados de nuestro propio interior. Conectarse con Escorpio, es para Capricornio conectarse consigo mismo.
Sagitario – Acuario: la pasión y el magnetismo del arquero harán que el aguador se olvide de su reticencia a enamorarse. Sin darse cuenta, pronto formarán una pareja basada en la libertad y en esas ganas incontrolables de estar con el otro.
Compatibilidad entre elementos del zodiaco: agua, aire, tierra, fuego
Los elementos son determinantes para definir la relación entre signos. Los signos se dividen de la siguiente manera:
Signos de fuego: Aries, Leo y Sagitario
Signos de tierra: Tauro, Virgo y Capricornio
Signos de aire: Géminis, Libra y Acuario
Signos de agua: Cáncer, Escorpio y Piscis
Veamos cómo afecta cada elemento en los demás:
Fuego – tierra: la incompatibilidad entre ambos elementos es alta y fuerte. Mientras el fuego busca expandirse y arrasar con todo lo que encuentre, la tierra quiere afianzarse. Un signo de fuego es capaz de destruir, sin así quererlo, todos los logros de uno de tierra.
Fuego – aire: excelente compatibilidad enfocada a los logros y a perseguir sueños. Los signos de aire son soñadores, idealistas y emprendedores. Los de fuego no le temen a nada y van detrás de lo que quieren conseguir. Es así que se motivan mutuamente para que ninguno se quede con sabor a poco en la vida.
Fuego – agua: no se llevan bien. Tanta es la incompatibilidad, que pueden llegar a sentirse incómodos con la presencia del otro. El fuego tiende a subir, mientras que el agua tiene una energía que compatibiliza con la inercia.
Fuego – fuego: es indudable que se llevan muy bien y que se entienden como nadie, pero es también innegable que se trata de una relación peligrosa si no logran controlar sus impulsos y la violencia que reside en ellos.
Tierra – agua: mantienen una compatibilidad muy alta a lo largo de toda la relación. Saben lo que quieren y van juntos detrás de ello. Se complementan y se apoyan, así como también la tierra le aporta un sentido objetivo a la relación. El agua, por su parte, es quien se encargará de resolver los conflictos que emerjan.
Tierra - aire: demasiado baja es la compatibilidad entre ambos. Cuando el aire se convierte en viento, desea volar, expandirse y lanzarse a nuevas conquistas. La tierra interpreta esta actitud como un desaire o una falta de responsabilidad.
Tierra – tierra: logran desarrollar una interesante compatibilidad, pero les juega en contra el ser demasiado conservadores y negarse a los cambios. El aburrimiento puede llevarlos a un estancamiento nada productivo.
Aire – agua: sería una utopía pensar que pueden estar juntos si no modifican gran parte de su personalidad por el otro. El aire es volátil y espontáneo, mientras que el agua es sensible y con tendencia a la inestabilidad. El aire incrementa la inseguridad de los nativos del agua y los vuelve más vulnerables.
Aire – aire: se llevan excelentemente bien, pero corren el riesgo de no marcarse metas fijas y de no adaptarse a un mundo lleno de responsabilidades.
Agua – agua: comprenden la sensibilidad del otro y lo contienen. El riesgo es caer en una relación amorosa demasiado espiritual y alejada del mundo real.